Si bien la escalada es, en esencia, un deporte no competitivo, donde solo competimos con nosotros mismos para dar lo mejor que tenemos, la aparición de los rocódromos y el carácter competitivo de todos los deportistas, ha hecho quelas competiciones de escalada tengan un auge exponencial y que sean ampliamente desarrolladas, hasta el punto de convertirse en un deporte olímpico.
La competición en escalada tiene rasgos especiales que la identifican de manera inequívoca y la diferencia de otros deportes.
- No se compite en equipo contra otro equipo.
- No se compite contra otro rival (salvo en la especialidad de velocidad).
- Es un deporte totalmente individual.
- En la zona de aislamiento calientas de forma individual.
- No ves a los otros competidores en acción.
- Estás a solas con tus inseguridades y miedos.
¿Sientes mariposas en el estómago, sudor en las manos y la mente en blanco antes de competir? ¡Es normal! La ansiedad precompetición es una reacción común, pero puedes aprender a gestionarla y convertirla en tu aliada.
¿Qué es la ansiedad desde el punto de vista neurofisiológico?
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro. Se activa el sistema nervioso simpático, liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina. Esto provoca:
- Aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria.
- Tensión muscular.
- Sudoración.
- Pensamientos negativos y preocupación.
Habilidades mentales para anular la ansiedad:
- Visualización:
- Imagínate realizando tu mejor actuación, sintiendo la confianza y el control.
- Visualiza cada detalle: el entorno, tus movimientos, las sensaciones.
- Practica la visualización regularmente, especialmente en los días previos a la competición.
- Respiración:
- La respiración profunda y consciente calma el sistema nervioso.
- Prueba la técnica 4-7-8: inhala en 4 segundos, mantén 7 segundos, exhala en 8 segundos.
- Practica la respiración en momentos de estrés y antes de la competición.
- Autohabla positiva:
- Reemplaza los pensamientos negativos por afirmaciones positivas.
- Recuérdate tus fortalezas, tus logros y tu preparación.
- Utiliza frases como: «Soy capaz», «Estoy preparado», «Disfruto de la competición».
- Rutinas precompetición:
- Crea una rutina que te ayude a sentirte en control y enfocado.
- Incluye actividades como: estiramientos, calentamiento, escucha de música motivadora.
- Sigue tu rutina religiosamente antes de cada competición.
- Aceptación y enfoque:
- Acepta que la ansiedad es parte del proceso.
- Enfócate en lo que puedes controlar: tu preparación, tu actitud, tu esfuerzo.
- Deja de lado las expectativas y disfruta del momento.
Recuerda:
- La ansiedad no tiene por qué arruinar tu rendimiento.
- Con práctica y paciencia, puedes aprender a gestionarla y utilizarla a tu favor.
- Si la ansiedad es muy grande, no dudes en consultar a un especialista.