conflictos internos

¿Alguna vez os habéis encontrado en la situación donde os estáis debatiendo a muerte entre el deseo de entrarle de primero a una vía y las dudas que eso os generan? ¿O lo mismo colgado en una chapa ante un paso que no sabes cómo resolver, y que quieres darle pero también bajarte?¿Alguna vez os habéis encontrado en la situación de querer y no querer hacer una vía o un paso?

Seguro que sí. Constantemente. Cuando estamos en nuestro horizonte límite de nivel y confianza. Esa maravillosa y puñetera encrucijada entre los que sentís y lo que pensáis. Ese conflicto interno tiene nombre propio: Disonancia cognitiva. Podemos definirlo como esa tensión o malestar que experimentamos cuando nuestras acciones no están alineadas con nuestros deseos. Los que me conocen y escalan conmigo lo conocen en carnes propias de sobra, ya que suelo lanzarles el anzuelo en el momento y lugar adecuado, y les dejo pensando en sus adentros, sin hablar, hasta que resuelven esas olas en su cabeza.

Son dos pensamientos, emociones o deseos contradictorios simultáneamente. Hay que elegir. Entre un camino menos seguro, pero mucho más satisfactorio. Lo bueno, es que podemos aprender a gestionarlo.

“las 3 opciones”

Como escaladores, tenemos 3 opciones a elegir. La primera es quedarte en la seguridad y no intentarlo, quedándonos en el suelo o diciéndole al compañero que nos baje. La segunda es intentarlo y fallar. Y la tercera, intentarlo y triunfar. Todas son correctas, pero hay una francamente insatisfactoria.

★★★★★

“No temas al fracaso. El crimen no es el fracaso, sino apuntar bajo. En los grandes intentos, fracasar hasta es glorioso.”